jueves, 2 de julio de 2020

El compostaje y vermicompostaje doméstico: receta para reducir las emisiones de CO2




La lombricultura es un proceso de compostaje, también denominado vermicompostaje, donde gracias al trabajo de la lombriz roja (Eisenia foetida) los restos orgánicos son transformados más rápido que en el compostaje convencional y el producto es mucho más ricos en componentes químicos y biológicos. El humus de lombriz. 

En esta información publicada por ecoagricultor, se señala claramente las ventajas que tiene el compostaje y el vermicompostaje que cada uno de nosotros podemos hacer en nuestras casas. Con ese pequeño esfuerzo de no botar nuestra basura orgánica (conchas de frutas y vegetales, restos de café, cáscaras de huevo, papel, cartón) y compostarla estamos contribuyendo activamente en reducir las emisiones de CO2 y conservar la capa de ozono. Y también apoyamos reducir la contaminación que la basura orgánica produce al ser depositada en los vertederos de basura municipales.




Amigos de la Tierra publica un informe, realizado por una consultora independiente, en el que compara las emisiones de CO2 producidas por los tratamientos habituales de la fracción orgánica de los residuos frente a la práctica del compostaje descentralizado.

El informe publicado analiza los sistemas de gestión de residuos desde su recogida hasta su traslado a planta. Así la asociación compara las emisiones de CO2 del tratamiento de la fracción orgánica en un vertedero, una incineradora, una planta de biometanización, una planta de compostaje y el compostaje doméstico.

El resultado final ha demostrado que en un proyecto tipo de compostaje doméstico, en el que participan 80 familias, se pueden ahorrar entre 800 kg. y 1 tonelada de gases de efecto invernadero al año, en comparación con el tratamiento de estos residuos en planta.
Amigos de la Tierra publica un informe, realizado por una consultora independiente, en el que compara las emisiones de CO2 producidas por los tratamientos habituales de la fracción orgánica de los residuos frente a la práctica del compostaje descentralizado.




El informe publicado analiza los sistemas de gestión de residuos desde su recogida hasta su traslado a planta. Así la asociación compara las emisiones de CO2 del tratamiento de la fracción orgánica en un vertedero, una incineradora, una planta de biometanización, una planta de compostaje y el compostaje doméstico.

El resultado final ha demostrado que en un proyecto tipo de compostaje doméstico, en el que participan 80 familias, se pueden ahorrar entre 800 kg. y 1 tonelada de gases de efecto invernadero al año, en comparación con el tratamiento de estos residuos en planta.



El compostaje doméstico es una práctica sencilla para la gestión de la fracción orgánica de los residuos. A través de la descomposición aerobia de estos residuos se obtiene compost, un abono de excelente calidad, en los propios domicilios de los participantes o en centros comunitarios próximos a los hogares. De esta manera se cierra sin necesidad de transporte el ciclo de los residuos orgánicos. Es por esto que su producción de emisiones de gases de efecto invernadero se puede considerar nula, según ha considerado la consultora independiente, InclamCO2.


El estudio abarca todos los factores relacionados con la huella de carbono, desde el agua utilizada hasta la electricidad y el transporte, siendo este último el mayor generador de gases de efecto invernadero. De esta conclusión se extrae la necesidad de contar con iniciativas de compostaje doméstico, así como con plantas de compostaje comunitarias y descentralizadas cercanas a los municipios.

El sistema actual de gestión de la fracción orgánica de los residuos es muy deficiente. Los biorresiduos se depositan en el contenedor resto, mezclándose con metales, plásticos y distintos desechos que permanecen en el producto obtenido. “Es necesario llevar a cabo una recogida selectiva a través del 5º contenedor o el puerta a puerta, si queremos contar con sistemas de compostaje eficientes y aprovechar las plantas de compostaje de las que ya disponemos en el Estado”, señaló Alodia Pérez, responsable del área de Recursos naturales de Amigos de la Tierra.

Amigos de la Tierra lleva realizando proyectos de promoción del compostaje doméstico desde hace quince años, llegando a más de 43.000 personas en más de 40 municipios. La reducción de emisiones de CO2 es una ventaja más que se suma a los beneficios ambientales, sociales y económicos que proporciona esta práctica.

Según Alodia Pérez, “la gestión de la fracción orgánica de los residuos es una de las más sencillas. Las administraciones públicas no deberían seguir perdiendo el tiempo y poner en marcha medidas efectivas, como el compostaje descentralizado y la separación de la fracción orgánica de los residuos urbanos en origen para asegurar la elaboración de compost de calidad adecuada”.

Proyecto desarrollado con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

Fuente: http://www.ecoagricultor.com/el-compostaje-domestico-receta-para-reducir-las-emisiones-de-co2/
Con modificaciones 


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